EL AGUJERO NEGRO
¿Te suena esta escena?
Si el mero hecho de vestirte cada día te supone un quebradero de cabeza; si te preguntas cómo todos esos colores, estampados, prendas y accesorios han ido a parar ahí; o si te quejas porque “no cabe un alfiler” y aun así, “no tienes nada que ponerte” porque nada encaja con nada. Lamento decirte que tu “fondo de armario” ha sido engullido por un agujero negro.
Ordenar tu cabeza para ordenar tu estilo
Ha llegado el momento de abordar ese desastre y buscar una solución definitiva al caos, es hora de ponerse manos a la obra. Ahorrarás tiempo, dinero y sobre todo, salud mental. El proceso será laborioso pero muy instructivo y sanador.
“Para un resultado impecable hay que ser implacable”.
Quizás sea un poco drástico, pero tiene sentido en esta transformación: el primer paso será pasar revista al contenido de todo el armario y llevar a cabo una criba sincera. Recuerda que el objetivo no es tener mucho o poco, sino utilizar todas las prendas que poseas. Si no vas a ponértelo, no se merece ninguna percha.
No más caos cotidiano
Para que de verdad tu vida sea un poco más fácil, al menos en horario matinal, lo ideal es que nuestro armario tenga unos cimientos sólidos como una roca. Es decir, se sustente en todas esas piezas que por su patrón o color sabemos que nos sientan de manera perfecta. Si el uso y el tiempo las han deteriorado, buscaremos su repuesto. Luego, habrá que deshacerse y donar aquellas que no se hayan adaptado a la evolución de nuestro cuerpo ni a los cambios en nuestro estilo de vida: están ocupando un valioso espacio sin aportar utilidad o emoción alguna.
Sobra decir que evitaremos volver a caer en la tentación de seguir todas las tendencias que se nos crucen por delante. Hay que enfocar nuestros esfuerzos en invertir en materiales de calidad e identificar qué prendas son lo suficientemente atemporales y versátiles como para llevarlas siempre. Prioriza la calidad ante la cantidad.
Así podrás cumplir el sueño de tener un armario funcional, con unos pilares firmes. Adaptable a tu vida laboral y privada y capaz de crecer y evolucionar contigo. Tu ropa tiene que ser el espejo de ti todos los días.
El fondo de armario ideal
¿Y qué prendas y accesorios cumplen con todos estos requisitos? Son las que beben del estilo clásico, sencillas, sobrias y sin adornos superficiales.
Se trata de un lienzo en blanco para dejar volar la imaginación y crear infinidad de estilismos depurados y equilibrados, o llenos de lujo y sofisticación. Un estilo elegante, inmune al paso del tiempo, válido para todas las edades y que permite a cada mujer mantener su propia identidad.
Para que todo esto tenga sentido en nuestra vida real, vamos a inspirarnos en Audrey Hepburn, Jackie Kennedy, Lauren Bacall y Grace Kelly. Ellas, convertidas en las musas de la elegancia de la historia, nos revelaron qué prendas deberíamos tener en nuestro poder: la camisa blanca perfecta, el stiletto perfecto, el jean perfecto, el vestido negro perfecto, la bailarina perfecta, la chaqueta negra perfecta…
En fin, que la lista puede ser todo lo larga que queramos pero en ningún caso hacerse interminable. No vuelvas al punto de partida con un armario sin sentido y sin fondo. Ahora que ya lo sabes, rescata tus prendas favoritas de ese agujero negro.